domingo, 29 de enero de 2012

Bienvenidos

El cine Latinoamericano en sus inicios.


    En un comienzo fue la literatura. Y en los inicios del cine, la literatura apoyó su crecimiento y desarrollo. Hoy, ese nexo se conserva e incluso sigue más vigente que nunca en una relación que ha sido tan estrecha como difícil, tan antigua como necesaria, tan apasionante como actual. Dos lenguajes distintos y una misma vocación narrativa, es por ello que la relación entre ambos es compleja por la comparación a la que se les somete; el espectador siempre acude a la sala de cine en busca de los personajes que su inquieta imaginación ha formado, de los espacios creados en los ratos de lectura y que responden en ocasiones a otros referentes de su entorno, o tal vez a algún lugar visto en un viejo filme, un lugar de la niñez, en fin, todas las posibilidades que su vida y su experiencia le han provocado.
Latinoamérica con gran parte de sus países apostando por un buen séptimo arte.

      En el cine y en la literatura como formas de expresión podemos reconocer las señas particulares de una sociedad. Independiente de la intencionalidad explícita de una obra literaria o de una pieza audiovisual, su discurso narrativo hace visibles los códigos propios que particularizan y diferencian esa sociedad, de igual manera, la narrativa audiovisual sufre un proceso paralelo en los diferentes países latinoamericanos, países con mayor tradición cinematográfica que empiezan a proponer una identidad latinoamericana alrededor de sus expresiones culturales populares; las películas mexicanas y argentinas difunden sus propuestas por el resto de América Latina, pero, sobre todo, nos hacen sentir más cerca, parte de algo mayor y de un todo.